Las cercas eléctricas han demostrado ser una solución eficaz para mantener a los osos alejados de los campamentos y del ganado en las áreas silvestres que rodean los parques nacionales de Yellowstone y Grand Teton. Estas áreas brindan un hábitat ideal para una población creciente de osos, que pueden ser una molestia peligrosa cuando tienen hambre y comienzan a buscar comida.
Mark Bruscino, especialista en osos del Departamento de Caza y Pesca de Wyoming, comprende los desafíos que supone enfrentarse a estas inteligentes criaturas. Reconoce que los osos son expertos en encontrar formas de eludir la mayoría de las medidas preventivas, como derribar barreras y hacer túneles debajo de las vallas. Sin embargo, desde la introducción de las vallas eléctricas a principios de los años 90, la situación ha mejorado significativamente.
Bruscino elogia la eficacia de las cercas eléctricas, en particular cuando se mantienen adecuadamente. El Departamento de Caza y Pesca ahora utiliza cercas Gallagher tanto permanentes como temporales. Las cercas permanentes se instalan en áreas donde los osos son un problema constante, como los campamentos. Las cercas temporales se pueden erigir rápidamente alrededor de lugares como silos de granos hasta que el oso pueda ser reubicado de manera segura.
La instalación de la cerca eléctrica permanente consta de una cerca de cinco alambres con un alambre de alta resistencia a la tracción. Para garantizar una conductividad total, se utilizan cables alternados de corriente y tierra, especialmente en condiciones secas. La cerca está anclada por postes de madera en las esquinas y sostenida por postes de fibra de vidrio. Los tres alambres inferiores están espaciados a quince centímetros de distancia, mientras que los dos alambres superiores tienen un espacio de diez pulgadas, lo que crea una barrera a prueba de osos.
A pesar de los numerosos intentos de los osos de atravesar la valla, Bruscino estima que no han tenido mucho éxito. En la mayoría de los casos, los osos simplemente se dan la vuelta y se retiran. Incluso cuando un oso golpea el alambre, solo lo estira ligeramente, lo que demuestra la robustez de la valla.
Para evitar que los osos hagan túneles debajo de la cerca, Bruscino incorpora un alambre tejido a tierra que se extiende aproximadamente un metro desde la línea de la cerca. Este elemento disuasorio adicional ayuda a proteger las colmenas de los apicultores y los rebaños de cabras, y garantiza la seguridad de los campistas, que ahora pueden dormir tranquilos con solo unos pocos metros de lona que los separa del exterior.
Gallagher, un destacado fabricante de cercas eléctricas con sede en North Kansas City, Missouri, destaca que las cercas eléctricas son barreras psicológicas eficaces tanto para los animales de granja como para los animales salvajes. La fortaleza de la cerca reside en su diseño, adaptado a la especie específica que pretende controlar, y su capacidad para soportar las duras condiciones invernales que prevalecen en las Montañas Rocosas.
Al utilizar cercas eléctricas, los agricultores pueden proteger a su ganado de los depredadores y los animales salvajes, lo que evita pérdidas económicas. El éxito de estas cercas para mantener a raya a los osos es un testimonio de su eficacia para mitigar los conflictos entre los seres humanos y la vida silvestre en las zonas silvestres.